Désolès, si señor, desolés estamos todos. Exceso de trabajo (aquí desconocen la palabra previsión), y un exceso de findes trasnochados provocan ciertos olvidos imperdonables.
Esta vez mi olvido ha hecho que Kafkilla, mi caribú, se me haya muerto de inanición, o quizás se lo comieran los lobos, o tal vez quedara sepultado por la nieve, en fin, muerte por abandono puro y duro.
Estoy hablando de mi caribú virtual, que vive, ups! vivía en Caribuutopie.com , un divertido juego de superviviencia entre caribúes, (viene en francés).
Bueno, volveré a empezar. Mientras tanto, en honor a Kafkilla solo puedo decir: muuuuhhhhh!!
Bon Voyage mon p'tit Kafkilla!
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