Estoy pensando seriamente la opción de adquirir o alquilar una plaza de garaje. Por las mañanas voy caminando al trabajo, pero las tardes voy en coche, porque muchas veces tengo que revisar alguna obra. Lo peor es que no siempre lo uso, pero falta que venga una tarde sin coche para que me llamen a ver una obra que está en el quinto pimiento y no hay autobús que pase por ahí.
Hoy a las 19:02 he salido del trabajo y no he parado de dar vueltas hasta a las 19:47, vamos, que el recorrido en sí no tiene más de 10 minutos, y caminando me tardo 25. Pero he dado tantas vueltas, y como yo, los coches que tenía delante de mí y los de detrás. al principio era un "... a ver, por aquí, nada, hum! por esta calle siempre hay algún hueco, nada;..." incluso los árboles cagones estaban todos acupados (ese es un tramo de acera que siempre tiene sitio porque coche que dejas 5 minutos, al volver es un coche acribillado a cagarrutas de pájaro).
La desesperación iba en aumento cuando veía que el coche de adelante tenía la fortuna de pillar a uno saliendo, incluso los de detrás, al pasar yo, encendía las luces uno y zas, el de atrás lo pillaba. Llegué a apostarme en una esquina en 2ª fila unos 10 minutos esperando que saliera alguien, pero ni eso.
Mi famosa y comprobada santa paciencia se esfumaba y en su lugar aparecía una angustia en el estómago y empezaba a asomarse esa risa nerviosa que me da cuando la desesperación me invade.
Estaba apunto de subirlo a un trozo de acera ( no sería el único), cuando un microcoche dejaba sitio. Me lanzé a el, y como no tengo dirección asistida, aún me duelen los brazos de las maniobras que hice, pero lo dejé allí.
Creo que nunca hasta ahora me había desesperado tanto a bordo del coche.
Y menos mal que esta es una ciudad pequeña y sin parquímetros... No se que sería de mi en Madrid...
Hoy a las 19:02 he salido del trabajo y no he parado de dar vueltas hasta a las 19:47, vamos, que el recorrido en sí no tiene más de 10 minutos, y caminando me tardo 25. Pero he dado tantas vueltas, y como yo, los coches que tenía delante de mí y los de detrás. al principio era un "... a ver, por aquí, nada, hum! por esta calle siempre hay algún hueco, nada;..." incluso los árboles cagones estaban todos acupados (ese es un tramo de acera que siempre tiene sitio porque coche que dejas 5 minutos, al volver es un coche acribillado a cagarrutas de pájaro).
La desesperación iba en aumento cuando veía que el coche de adelante tenía la fortuna de pillar a uno saliendo, incluso los de detrás, al pasar yo, encendía las luces uno y zas, el de atrás lo pillaba. Llegué a apostarme en una esquina en 2ª fila unos 10 minutos esperando que saliera alguien, pero ni eso.
Mi famosa y comprobada santa paciencia se esfumaba y en su lugar aparecía una angustia en el estómago y empezaba a asomarse esa risa nerviosa que me da cuando la desesperación me invade.
Estaba apunto de subirlo a un trozo de acera ( no sería el único), cuando un microcoche dejaba sitio. Me lanzé a el, y como no tengo dirección asistida, aún me duelen los brazos de las maniobras que hice, pero lo dejé allí.
Creo que nunca hasta ahora me había desesperado tanto a bordo del coche.
Y menos mal que esta es una ciudad pequeña y sin parquímetros... No se que sería de mi en Madrid...
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